Consejos esenciales para el mantenimiento preventivo de tu vehiculo

Si quieres que tu coche te acompañe durante muchos años con el mejor rendimiento posible, el mantenimiento preventivo es una práctica obligatoria. No se trata solo de evitar averías, sino de garantizar la seguridad, eficiencia y vida útil del vehículo.

En este artículo te contamos los consejos clave para cuidar tu coche de forma sencilla y efectiva, evitando problemas mayores y costosos en el futuro.

¿Qué es el mantenimiento preventivo?

El mantenimiento preventivo es un conjunto de revisiones y tareas programadas que se realizan para prevenir fallos mecánicos. A diferencia del mantenimiento correctivo (cuando ya hay una avería), el preventivo anticipa problemas antes de que ocurran.

Este tipo de mantenimiento puede ser periódico (por ejemplo, cada 10.000 km) o estacional (revisiones antes del verano o el invierno), y se basa tanto en las recomendaciones del fabricante como en el uso real que le das a tu coche.

1. Cambia el aceite y los filtros con regularidad

El aceite del motor lubrica las piezas internas del motor, reduciendo el desgaste y la fricción. Cambiarlo a tiempo es esencial para evitar daños graves y mantener el motor en perfecto estado.

También es importante sustituir los filtros de aceite, aire, combustible y habitáculo, ya que filtran impurezas que afectan tanto al rendimiento como al confort.

Consejo:

Consulta el manual del fabricante y respeta los intervalos recomendados. Si conduces mucho en ciudad, adelanta ligeramente los plazos.

2. Controla la presión y el estado de los neumáticos

Los neumáticos son el único punto de contacto con el asfalto, por lo que es vital que estén en buen estado. Una presión incorrecta afecta el consumo, la frenada y la estabilidad del coche.

Revisa también el desgaste del dibujo y posibles deformaciones. Unos neumáticos en mal estado aumentan el riesgo de accidente y reducen la eficacia del sistema de frenado.

Consejo:

Comprueba la presión al menos una vez al mes y antes de cada viaje largo. No olvides el neumático de repuesto.

3. Vigila el nivel de líquidos

Además del aceite, tu coche necesita otros líquidos para funcionar correctamente:

  • Líquido refrigerante: evita el sobrecalentamiento del motor.
  • Líquido de frenos: fundamental para una frenada segura.
  • Líquido limpiaparabrisas: mejora la visibilidad en carretera.

Consejo:

Revisa estos niveles al menos cada 3 meses y rellena con el producto adecuado si es necesario. Ante cualquier pérdida, acude a un taller.

4. Revisa las luces y la batería

Un fallo en la iluminación no solo es peligroso, sino también motivo de multa. Asegúrate de que todas las luces funcionen correctamente: cortas, largas, intermitentes, freno y marcha atrás.

La batería también merece atención. Si notas arranques lentos o fallos eléctricos, puede que